RCP
La reanimación
cardiopulmonar o abreviado RCP es un procedimiento de
emergencia para salvar vidas que se utiliza cuando una persona ha dejado de
respirar y el corazón ha cesado de latir. Esto puede suceder después de una
descarga eléctrica, un ataque cardíaco, ahogamiento o cualquier otra
circunstancia que ocasione la detención de la actividad cardíaca.
El tiempo de compresiones son 120
compresiones por minuto, la cual en adultos es de 2 ventilaciones x 30
compresiones durante 5 ciclos, en niños 2x15x5, y en lactantes 2x15x5. Esto
para lograr un RCP de calidad.
La RCP combina respiración de
boca a boca y compresiones cardíacas
·
La respiración boca a boca suministra aire a los
pulmones de la persona.
·
Las compresiones cardíacas procuran restituir la
actividad del corazón.

Todo ello, hasta que se puedan
restablecer la función respiratoria y las palpitaciones cardíacas de manera
natural o bien de manera artificial mediante monitores cardíacos o
respiratorios.
Se puede presentar daño
permanente al cerebro o la muerte en cuestión de minutos si el flujo sanguíneo
se detiene; por lo tanto, es muy importante que se mantenga la circulación y la
respiración hasta que llegue la ayuda médica capacitada.
EJEMPLO GENERAL DE LA MANIOBRA DE RCP:
La reanimación cardiopulmonar, o
reanimación cardiorrespiratoria, es un conjunto de maniobras temporales y
normalizadas intencionalmente destinadas a asegurar la oxigenación de los órganos vitales cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene
súbitamente, independientemente de la causa de la parada
cardiorrespiratoria.
Los principales componentes de la
reanimación cardiopulmonar son la activación del servicio médico de emergencias
dentro o fuera del hospital y la asociación de MCE (masaje cardíaco externo o
compresiones torácicas) con respiración artificial (ventilación artificial).
Otros componentes relacionados incluyen la maniobra de Heimlich y el uso de desfibriladores externos automáticos.
Las recomendaciones específicas sobre
la RCP varían en función de la edad del paciente y la causa del paro cardíaco.
Se ha demostrado que cuando la RCP es puesta en práctica por personas
adiestradas en la técnica y se inicia al cabo de pocos minutos tras el paro
cardíaco, estos procedimientos pueden ser eficaces en salvar vidas
humanas. Aunque un estudio publicado en 2010 ha puesto en duda el alcance
del procedimiento, de 95 000 pacientes solo el 8 % presentó
resultados positivos
Es importante tener presente que
todos los esfuerzos que se realicen para salvar la vida de una persona que se
encuentra en un paro cardiorrespiratorio denotan una gran calidad humana, vale
la pena que todo ciudadano común aprenda maniobras de reanimación
cardiopulmonar.
La evaluación científica ha
demostrado que no hay criterios claros para predecir con seguridad la utilidad
de una reanimación cardiorespiratoria. La reanimación cardiopulmonar debe
practicarse sobre toda persona en parada cardiorespiratoria, es decir:
·
Inconsciente: la persona no se mueve espontáneamente,
no reacciona ni al tacto ni a la voz;
·
Que no respire: después de la liberación de las
vías aéreas (desabrochar la ropa que pueda molestar la respiración), no se
observa ningún movimiento respiratorio y no se siente el aire salir por
la nariz o la boca;
Se recomienda que todo paciente
en paro cardíaco reciba reanimación, a menos que:
1. La víctima tenga una instrucción
válida de no ser reanimado;
2. La víctima presente signos de
muerte irreversible como el rigor mortis,de capitación o livideces en sitios de
declive;
3. No se pueda esperar un beneficio
fisiológico, dado que las funciones vitales de la víctima se han deteriorado a
pesar de un tratamiento máximo para condiciones como el choque séptico o cardiogénico progresivos;

Secuencia de RCP
En adultos, niños y lactantes si solo está presente un
reanimador, se recomienda una relación compresión: ventilación equivalente a
30:2. Esta relación única está diseñada para simplificar la enseñanza de
la secuencia del RCP, promover la retención de las habilidades, aumentar el
número de compresiones, y disminuir el número de interrupciones durante las
compresiones.
Si se encontrasen dos
reanimadores se prefiere una secuencia de 15-2 en niños y lactantes. Se
recomienda en recien nacidos una secuencia 30-2 a menos
que la causa de la falla cardíaca sea conocida, en cuyo caso la secuencia de
30:2 es la aconsejada. Si se halla presente un acceso avanzado a la vía aérea,
tal como un tubo endotraqueal o una mascarilla laríngea, se recomienda una
ventilación de ocho a diez por minuto sin que se interrumpan las compresiones
cardíacas. Cada cinco ciclos de dos ventilaciones y treinta compresiones, se
revalúa la respiración. La RCP se continúa hasta que llegue atención médica
avanzada o hay signos de que la víctima respira.
Dos o
más reanimadores
La secuencia es la misma que la
realizada por un solo rescatista, pero después de observar la ausencia de
respuesta, uno controla las compresiones cardíacas mientras que otro la respiración
artificial. Por ejemplo, el rescatista A realiza la búsqueda de ayuda
mientras el rescatista B comienza la RCP. El rescatista A vuelve y
puede entonces implementar una desfibrilación externa automática si está
disponible o sustituir al testigo B en la compresión cardíaca si este se
encuentra cansado.
El rescatista que realiza las
compresiones torácicas debe imprescindiblemente contar las compresiones en voz
alta, con el fin de que los demás rescatistas sepan cuándo debe darle
respiración artificial. Esto hace posible que el paso del tiempo entre
compresiones y respiraciones sea más o menos uniforme y uno no debe
concentrarse en calcular el tiempo, y no tiene que colocar de nuevo las manos
en cada ciclo.
Las compresiones torácicas se dan
del mismo modo que con un rescatista: 2 respiraciones boca a boca por cada
30 compresiones. El uso de dispositivos es más efectivo que la respiración
boca a boca, porque reduce el tiempo entre las respiraciones y las
comprensiones: las respiraciones comienzan tras la última comprensión, y la
comprensión comienza tras la última respiración, sin esperar a que el pecho
baje de nuevo.
Riesgo de la práctica de RCP
Es
importante dejar claridad sobre un aspecto que, quizás por lo obvio, no ha sido
abordado: durante los entrenamientos o capacitaciones, las prácticas de
reanimación cardiopulmonar no se deben realizar en personas sanas (ya sean
alumnos o aprendices contratados) sino en los conocidos simuladores
especialmente diseñados para tal efecto. Existe un relativo nivel de riesgo en
la práctica de RCP sobre no pacientes (es decir, alguien que no presenta
signos y síntomas de parada cardiaca). La maniobra de RCP representa riesgos
mecánicos, biológicos y funcionales, como traumas, infecciones y alteraciones.
Solo es aceptable la exposición a estos riesgos, tras evaluar la relación:
costo/beneficio. Así que es inaceptable exponer a un aprendiz en prácticas de
RCP cuando existen recursos eficientes, apropiados y al alcance de todos, como
los simuladores y métodos de barrera para la RCP.

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